Claves para mejorar las prácticas en las relaciones comunitarias

Las empresas del sector extractivo tienen diferentes maneras de manejar sus relaciones con las comunidades ubicadas cerca de sus proyectos: no solo a través de programas de inversión social, sino también con la intervención de su personal, sus consultores y la forma en que ellos operan para suministrar bienes y servicios, construir infraestructura y utilizar los recursos. Las empresas que establecen relaciones armoniosas con las comunidades tienen una mejor capacidad de obtener y mantener el acceso a la tierra, de tener un ambiente de trabajo estable y de conciliar las presiones sociales. Sin embargo, algunas compañías rehúsan a ver el vínculo existente entre el éxito de un proyecto y la buena relación con la comunidad. Por esto, cuando las empresas rechazan mantener una relación con la comunidad, se exponen a exceder los costos y plazos y arriesgar hasta la suspensión del proyecto. Ed O,Keefe, director de Synergy Global, una empresa que ofrece servicios de consultoría en la gestión de los aspectos sociales y comunitarios. Dando un vistazo a sus 20 años de experiencia trabajando con comunidades afectadas por proyectos extractivos, comparte con nosotros algunas de sus observaciones.

Sarah Busque: Algunas empresas han establecido excelentes relaciones con sus comunidades. ¿Qué tienen ellas en común?

Ed O’Keefe: Nuestra experiencia demuestra que las empresas tienen suficiente margen de maniobra para mejorar la relación con la comunidad. Es igualmente un desafío constante: ¿qué hacer para administrar esta estrategia y al mismo tiempo administrar las finanzas o los recursos humanos y técnicos? Las grandes empresas del sector extractivo suelen tener éxito en otros campos, intentando aplicar los mismos principios y prácticas en su relación con la comunidad. Sin embargo existen límites en la capacidad de las empresas para manejar su relación , debido a factores externos tales como la naturaleza de la comunidad, la estrategia de administración, el nivel de pobreza y las preocupaciones ligadas a las capacidades de los gobernantes locales y nacionales. Especialmente en este caso, las compañías se interesan muchísimo en analizar la situación con el fin de hacerse una idea completa de lo que está sucediendo. Con esta precisión, ellas estarán mejor preparadas para hacer frente a los desafíos que se presentan y para continuar gestionando sus relaciones con la comunidad, aunque las circunstancias no sean las mejores.

S.B.: Concretamente, ¿cuál es la clave para desarrollar y mantener buenas relaciones con las comunidades?

E.O.: Las empresas deben comprender cómo las relaciones comunitarias van ligadas a sus actividades y en consecuencia cómo adaptarlas a su estilo de administración. También, ellas deben comprender el contexto y el ambiente social en el cual ellas operan, las exigencias que se generan y la evolución que deben seguir. Seguidamente, ellas podrán poner en práctica medidas para conciliar los impactos, sacar el mejor partido de las oportunidades y administrar el riesgo de manera eficaz. La clave del éxito, es comprometerse en una relación, aunque esta pueda tornarse difícil y compleja. El mecanismo a utilizar es muy simple, no tiene nada de mágico: estar en el terreno, comprender el medio ambiente, comprometerse, hablar y escuchar. El verdadero desafío consiste en concretar las acciones. Resulta fácil decir «construir relaciones», «comprender el contexto», pero frecuentemente el verdadero problema es interno, por ejemplo obtener la autorización, el compromiso, el apoyo, los recursos y su coordinación al interior de la empresa.

S.B.: ¿Cuales son las cualidades y competencias que se requieren para ser un buen profesional en relaciones comunitarias?

E.O.: Algunas competencias son más bien de tipo interpersonales y resaltan los valores personales, mientras que otras se refieren a la capacidad de hacer bien el trabajo: tener empatía con las comunidades, comprenderlas y tener la facilidad de comunicarse y de comprometerse. Frecuentemente se ven agentes en relaciones comunitarias aislados en su propia empresa, los cuales para desempeñar bien su trabajo, tienen necesidad de estar en contacto con el resto de la empresa, para comprender cómo las relaciones que ellos construyen con las comunidades ayudan a mejorar el desempeño de su empleador. En el pasado, los profesionales en relaciones comunitarias no se hacían reconocer como tales. Ellos provenían de otras disciplinas: relaciones públicas, relaciones gubernamentales, comunicaciones y algunos tenían un perfil más técnico. Actualmente, sus competencias no son todavía reconocidas totalmente, pero su disciplina si lo es y es posible adquirir las competencias requeridas. Una parte de la ecuación consiste en reclutar personas competentes desde el inicio. Las compañías reclutan en lo sucesivo profesionales en relaciones comunitarias porque ellos manejan sus competencias pero también enganchan personal de otros departamentos porque ellos han adquirido las competencias en este campo. Por ejemplo, compañías de exploración que han reclutado brillantes geólogos que a la vez son hábiles para la gestión de las relaciones comunitarias; esto hace parte actualmente del plan de estudios de muchos sectores profesionales.

S.B.: ¿Tiene usted un último consejo para el tema de las relaciones comunitarias?

E.O.: Comiencen rápido! La experiencia demuestra que las empresas nunca empiezan rápido en invertir y gestionar las relaciones con la comunidad. Quiéranlo o no, tan pronto como ellas tocan un nuevo entorno, se generan relaciones comunitarias. Las empresas deberían reconocer y comprender la importancia de administrar sus relaciones debido a que la empresa, sus empleados, sus consultores y el conjunto de actividades que afectan las comunidades ejercen gran influencia sobre ellas.

Tenga en cuenta que las ideas y opiniones expresadas en este artículo son proprias del autor y no reflejan necesariamente las de Boréalis.

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